Snow es Brc '09

Volví de Bariloche... hace dos días y ya quiero regresar. Fueron los diez mejores días de mi vida, donde mágicamente somos todos amigos, todos nos llevamos bárbaro, conocés muchísima gente, llevas una vida distinta a la que normalmente soles llevar. Te la pasas de acá para allá, de arriba a abajo, dormis poco, no parás de escuchar a los coordinadores gritarte desde la recepción del Hotel que te apures, sino te apuras vienen y te golpean la puerta de tal forma que dentro de poco te la tiran abajo, tus amigos entran a tu habitación como si estuvieran en su casa; no importa si estás vestida, en toalla, durmiendo o en paños menores, ellos entran igual. Se tiran en tu cama en el poco tiempo libre que tienen a ver la televisión porque en su dormitorio están todos durmiendo. Después te la pasas pensando cómo vas a entrar el alcohol (cosa que nos fue demasiado fácil) al hotel, quién lo va a entrar y qué van a entrar. Se empieza a juntar la plata para la previa, cuando ya se tiene lo suficiente un grupito sale en la hora del almuerzo a comprar (hora en la que nadie controla nada) y a la hora vuelve con tanto alcohol que pensás que te va a durar toda la semana (¡Mentira!) Dejan el alcohol en la habitación que va a ser la cede de las previas y nos vamos todos a la excursión. A la vuelta en la habitación de los chicos aparece el dilema "Uh... boludo pero si vos te vas a bañar cuando salgas me vas a despertar" y el otro le contesta "Bueno boludo, dormí igual. Yo me quiero bañar" Así es como después termina el 50% de la habitación dormida y sucia y el otro 50% limpia y en mi habitación porque en la de ellos no pueden hacer ruido.

Muy distinto en la habitación de las chicas. Allí se presenta el dilema del ¡¿Qué me pongo?! y, como organizadas que somos, disponemos que cada día se haga una rotación con el tema del baño; Si hoy se bañó primero fulanita, mañana se bañará primero menganita. Cuando la última sale del baño en toalla, dispuesta a cambiarse se encuentra con invitados. Se les paga unos cuantos gritos de "¡Te vas!", a lo que ellos responden "Pero, boluda cambiate en el baño. En mi habitación están todos durmiendo" y nosotras terminamos con un empujoncito en la espalda (mientras que con la otra mano seguimos agarrando la toalla por las dudas) y un "No me importa". Con tus amigas se empiezan a probar casi todo lo que se trajeron en la valija y, parece apropósito porque preguntan "¿Queda bien?" todas se constestan que Sí, pero ninguna queda convencida así que se quitan todo lo que se habían puesto y dicen la frase más típica en una mujer "¡Ah! ¡No tengo nada que ponerme!" (vale aclarar que cada una se trajo un bolso de mano más grande que ellas mismas porque ya no les cerraba la valija) Se empiezan a prestar ropa y nada las convence. ¿Cómo finaliza ésto?... Cada una se termina poniendo lo primero que se probó con cara de culo.

Al final, luego de tantas vueltas, llega la tan esperada previa. Como en cada piso del hotel hay cámara de seguridad, disponen entre todos ir llegando por turno, para que no se haga evidente el echo de que hay más de veinte personas en una habitación para cuatro. Se empiezan a preparar las típicas mezclas, conocidas como: Fernet con Coca, Gancia con Sprite, y otras no tan conocidas pero que la rompen, como: ron con mirinda, whiskey con lo que haya, vodka con mirinda, ron con jugo tang y las miles de cosas que se le pueden ocurrir a un adolescente que puedan llegar a quedar "bien"

Termina la previa y todos bajan a la recepción de hotel para irse a bailar. De más está decir que se hace MUY evidente el echo de que se había estado tomando, pero nadie dice nada. Todos bailan, gritan, saltan. Se tiene una euforia y energía incomparables. Cada uno sigue a su coordinador y se suben a un micro. Al momento que se llega al cheboli, disponen un lugar de encuentro para que esté toda la banda junta y así hacerse notar. Empiezan a bailar y de a poco cada uno va haciendo la suya. Sin haberse puesto de acuerdo a eso de las cuatro de la mañana todos vuelven al lugar de encuentro y siguen haciendo quilombo. Es ése el momento cuando llaman a los coordinadores al "escenario" y ponen las dos típicas canciones "Follow the lider" y "Beija beija". Cada integrante de cada banda empieza a seguir como un boludo al coordinador, pero no importa porque ahí estás en Bariloche y de última, son todos unos boludos.

Te empieza a persiguir el tipo con la escoba diciéndote que quiere barrer donde vos estás bailando. De mala gana te vas corriendo, hasta que terminas mas o menos en la puerta. Señal de que quieren cerrar el boliche y vos estás en el medio. Se van todos al hotel haciendo quilombo. Llegan y siguen haciendo quilombo. No falta el grupito al que le agarró hambre y por ende se están comiendo un pancho a las cinco y media de la madrugada. Si cuando llegaste del boliche pensaste que ibas a dormir... ¡Olvidate! Los hombres no paran de hacer quilombo, nosotras, las chicas esperamos a que nuestra compañera termine de usar el baño para poder bañarnos y sacarnos todo ese olor a boliche asqueroso que nos quedó encima. Se termina de bañar la última y se recuestan todas en sus camas dispuestas a poder dormir. No pueden porque ahí aparece la que grita "¡No sabés lo que le pasó a Menganita!" y ahí todas se ponen a hablar de lo que le pasó a la otra.

De a poco te vas quedando dormida mientras escuchas la historia y cuando por fin pensaste que te dormiste, aparece nuevamente el amado coordinador queriéndote tirar la puerta abajo para que te despiertes.