Dorian Gray

Hay momentos en los que la pasión por el pecado, o por lo que el mundo llama pecado, domina hasta tal punto nuestro ser, que todas las fibras del cuerpo, al igual que las células del cerebro, no son más que instinto con espantosos impulsos. En tales momentos hombres y mujeres dejan de ser libres. Se dirigen hacia su terrible objetivo como autómatas. Pierden la capacidad de elección, y la conciencia queda aplastada o, si vive, lo hace para llenar de fascinación la rebeldía y dar encanto a la desobediencia.

Tuesday 22 February 2011

Estos últimos días conocí lo que es sufrir por amor. Pero sufrir de verdad. Todos sufrimos por un chico o una chica que no nos dio ni la hora, pero lo que pasé estos últimos cinco días ni se comparan con eso. Me dí cuenta que realmente sufrir por amor es hacerlo por esa persona que está con vos y te acompaña (no por una persona que jamás estuvo con nosotros ni compartimos miles de momentos). Creí que lo perdía para siempre. Volvió de la costa totalmente diferente. Me trataba cortado, no llamaba, no me decía ni te amo ni te extraño. Pensé que no me amaba más o que había conocido a otra chica allá mientras yo estaba acá. Miles de cosas se me cruzaron por la cabeza. Lloré horas y horas por el. Bajé en cuatro días dos kilos de lo poco que comía. No tenía ganas de nada. No hablaba con nadie, mis abuelos me llevaron al cine para despejarme y cada cinco minutos lloraba. Fue una situación horrible. No entendía nada, qué había pasado o si había hecho algo, qué era lo que había cambiado tanto. No podía creer que una persona dejara de amar a otra en tan solo veinte días y así de la nada, después de haber compartido millones de momentos juntos.
Y de la nada ayer me llama como si todo estuviese lo más bien. Como si el nunca me hubiese dicho el viernes 18 de febrero que no sabía si quería seguir estando conmigo. Le dije de todo, que no podía hacerme eso, lo que pasé fue horrible y no me lo merecía, que ayer en la mañana cuando hablamos había sido el más antipático. No se que fue lo que lo hizo cambiar de golpe. Pero, ¿les digo un secreto? Me hizo tan feliz saber que las cosas estaban bien, que no había dejado de amarme. Y creo que se dio cuenta de que metió la pata porque lo primero que dijo fue: ¡Tengo una sorpresa para vos!

Me pone feliz saber que hoy estamos cumpliendo nueve meses de novios. Y, que a pesar de que no soy perfecta, me sigue eligiendo.

2 comments:

  1. Aw!! que bien que se arreglaron las cosas ^^
    Un beso! =)

    ReplyDelete
  2. Eso es precisamente lo más importante; que se sigan eligiendo.
    Saludos y muchas felicidades.
    Por más amor.

    ReplyDelete